Colegio Internacional de Sevilla – San Francisco de Paula – Sevilla

Llevo 10 años acudiendo a este colegio. Y mis hermanos mayores llevan toda la vida aquí tambien. El sistema educativo está bien, y en cuanto a sus servicios extraeducativos no están mal. El gran problema son las instalaciones y la plantilla laboral. Tiene muy poco espacio en los patios, tenemos que estar compartiendo espacios muy reducidos a cada rato. Los monitores son buena gente, pero de cara a lo laboral algunos y sobre todo algunas dejan mucho que desear. La papelería es excesivamente costosa.

El colegio Internacional de Sevilla San Francisco de Paula es, sin duda, la mejor opción a día de hoy en la capital Sevillana. No solo porque lo digan las estadísticas, que para algo están, sino porque el programa que ofrecen es vanguardista y único en la ciudad y en España. A nivel personal, no puedo estar más contenta y me siento privilegiada por poder contar con el colegio para la educación de mi hija. Tanto la dirección, profesorado y personal del Colegio han estado siempre disponibles para todo lo que hemos necesitado y eso es de agradecer. El profesorado en concreto, en mi experiencia, está muy cualificado y entregado al programa, habiendo sido formados y siguiendo en continua formación del BI desde infantil. El colegio, además, cuenta con un excepcional departamento de orientación con profesionales que se involucran con todos y cada uno de los alumnos para hacer así su experiencia escolar más fácil.

Difícil definir lo que supuso el colegio para mi. Me condicionó en todos los niveles, tanto personal, psicológica y moralmente. Era un crío y no sabía que estaba pasando, solo sentía miedo, terror e incluso tristeza cuando iba al colegio. Sufrí bullying y maltrato (psicológico) por parte de mis compañeros y a pesar de mis constantes denuncias a los que por aquel entonces eran los “mayores” nadie hacía nada. Por parte del profesorado era un cero a la izquierda, allá por los 90’s lo más pedagógico que hicieron conmigo, fue sentarme delante de todos mis compañeros frente a la pizarra y atarme a una silla con cuerda de ahorcado porque era inquieto, exponiendome delante de todos mis compañeros, imagínense la escena, un chico que no tenia defensa alguna, humillado y vejado. Todo eso y más se tradujo en malos resultados académicos, sentía miedo al ir al colegio, vergüenza, humillación, desespero e incluso ganas a veces de hacer barbaridades conmigo, por no sentir un mínimo de comprensión o cariño, en un lugar donde se supone que se imparten valores humanos y todas esas basuras que venden de cara a dar una buena publicidad. Allí solo encontraba terror, miedo y exclusión. Me sentí excluido en todos los sentidos. Después de primero y segundo de primaria, donde viví un tormento terrible con esa profesora (Ana Rosa) caí en manos del mejor profesor de todo ese colegio, al que le guardo profundo amor y cariño, Don Pascual Colon, ese señor supo tratarme, fue exquisito en su metodología y con su empatía logro que superara los contenidos mínimos que se exigían en tercero y cuarto. Luego llego quinto y sexto; mis verdaderos tormentos, no recuerdo su apellido, si su nombre Juana (la catequista), una profesora la cual tenia una pedagogía nefasta, públicamente me humillaba en clase. Doña Juana me insultaba delante de todos los alumnos, imagínense lo que hacían conmigo algunos compañeros cuando no habían adultos de por medio… No logre terminar la enseñanza secundaria obligatoria en el colegio, hicieron lo imposible para no cumplir con los mínimos del Colegio, en todo ello profesores implicados, que decían que no valía para estudiar y que no era digno de estar en un Colegio como ese, un Colegio que mis padres con su mejor voluntad y con el sudor de su trabajo pagaron honradamente creyendo que hacían lo mejor para su hijo, pero que supuso la peor de las decisiones. Un chico que después de salir de ese colegio, se pasó 4 años sin apenas estudiar en el Instituto San Isidoro donde sacó con creces notas excelentes y un trato extraordinario por parte del profesorado. Un chico con un extraordinario expediente académico universitario… Y me pregunto ¿Que fallaba?, ¿Era yo o era el colegio?. El director D.Luis Rey no tiene la culpa de lo que yo vivía en ese Colegio, porque estoy seguro que él intentaba hacerlo lo mejor posible, el culpable era yo, que al normalizar las humillaciones a las que fui sometidas tanto por parte de profesores como alumnos, yo me callaba. Allí fui un niño muy infeliz,. Y yo no hacía nada malo, solo ser un niño como otro cualquiera. De hecho lloraba por los rincones, a veces hasta pedia ayuda a los profesores llorando porque las palabras dañinas a las que me sometían mis compañeros herían mi sensibilidad hasta niveles inexplicables, pero nunca había una respuesta contundente. Todo esto me ha condicionado de por vida, pues en los años en los que una persona se desarrolla emocionalmente y psicológicamente el colegio hizo de mi, ser una persona con inseguridades y miedos. Lamento no poder decir algo positivo, es cierto que de toda mi mala experiencia hay cosas positivas, aprendí tras todas estas vivencias a reconstruirme como ser humano, luchando con todas esas inseguridades que en ese colegio recibí. Aprendí que la mediocridad existe hasta en los sitios más exquisitos. Un Colegio con un equipo de trabajo mayormente mediocre hecho para mediocres. Y duele que nunca nadie haya expresado ni disculpas ni un perdón ante algo tan evidente. Por cierto me reservo la opinión de la última profesora que tuve Carmen López.

El sistema educativo es muy bueno, los docentes que trabajan ahí son muy competentes y los niños tienen todo tipo de actividades durante todo el año.

LOS PEORES AÑOS DE MI VIDA, DESDE 1959 HASTA 1970 EN QUE FUI EXPULSADO DEL COLEGIO, PORQUE SEGUN SU DIRECTOR D. LUIS REY NO DABA LA TALLA EN EL ALUMNADO. ES UN COLEGIO TOTALMENTE ELITISTA QUE SOLO FACILITA EL APRENDIZAJE A LOS CHICOS O CHICAS CON UNA GRAN CAPACIDAD INTELECTUAL. A LOS QUE TIENEN UNA INTELIGENCIA MEDIA COMO YO, LOS VAN APARTANDO HASTA QUE CLAUDICAN. DE ESTA FORMA SE VANAGLORIAN DE QUE SUS ESTUDIANTES TERMINAN DICHOS ESTUDIOS CON UN GRAN NIVEL, PERO CLARO, NO CUENTAN CON LOS QUE HAN QUEDADO EN EL CAMINO. DENIGRANTE.

Fui alumno de San Francisco de Paula durante varios años hasta que por suerte conminaron a mis padres a que dejara el centro. En una ocasión D luis rey me dijo que me pasaba dentro de mi cabezita. Han pasado muchos años los tiempos han cambiando e incluso desde los colegios hay implicación incluso dentro de los ámbitos de familia. Yo fui un niño víctima de maltratos tanto físico como siglogicos por parte de mi padre. Los cuales me afectaron deteriorando mi desarrollo para poder ejercer una infancia nornalizada que me hubieran posibilitado desarrollarme como un niño normal.

Llevo 10 años acudiendo a este colegio. Y mis hermanos mayores llevan toda la vida aquí tambien. El sistema educativo está bien, y en cuanto a sus servicios extraeducativos no están mal. El gran problema son las instalaciones y la plantilla laboral. Tiene muy poco espacio en los patios, tenemos que estar compartiendo espacios muy reducidos a cada rato. Los monitores son buena gente, pero de cara a lo laboral algunos y sobre todo algunas dejan mucho que desear. La papelería es excesivamente costosa.

El colegio parece un seminario , los profesores son saborios los horarios no son los adecuados y mis hijos comieron una vez en el comedor y estuvieron 2 semanas con gastronteritis